martes, 30 de agosto de 2022

30.08.22 Aunque me había “despedido” del presente mes, hoy fui al náutico (7 a 8:30h) y puse en el agua a la embarcación Piñitas, con tan buena suerte que me encontré a los pargos juveniles que siguen dándose un festín con el camarón (a la mayoría de ellos se les notaban las “barbas” del crustáceo que le salían del hocico) y con tan mala suerte que dentro de la bahía, está una mancha de aceite de gran tamaño, impidiendo la penetración de la luz a la masa de agua y por consiguiente, restringiendo la fotosíntesis, además de que disminuye el intercambio de gases en la superficie. Muy triste “mañanera” que trae a colación la frase: El Señor perdona siempre, el ser humano algunas veces, la Naturaleza nunca.



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