martes, 24 de mayo de 2022

24.05.22 Fui a repostar gasolina a la Pa´ntonces y como terminé temprano mi tarea, concebí realizar una sesión de ejercicio “mañanero” (6:30 a 7:30h;), frente a las instalaciones del náutico; de nueva cuenta, la benevolencia del Señor me proporcionó abundantes medios para tonificar mis vetustos huesos y músculos, ya que inclusive antes de que saliera el sol, me encontré con un cardumen de agujones (en la lucha salí “herido” ya que uno de ellos aterrizó sus quijadas en mi mano), que pusieron a prueba los señuelos Storm, el monofilamento Calema, los carretes Okuma y las cañitas Shimano. Ya con la claridad generalizada, se prendieron pargos sarteneros, cochis y los infalibles peces lagartija que fueron los que abundaron cuando la marea comenzó a bajar.



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