miércoles, 24 de abril de 2019

24.04.19 Una excelente jornada en los alrededores del Farallón, en compañía de los Valdés (padre e hijo) y de Alejandro; las bonitas estaban igual de frenéticas que desde hace más de 2 semanas y además, en esta ocasión salieron doraditas, barriletes y hasta en 2 ocasiones, los picudos (visualizamos a lo lejos, muchos de ellos saltando), juveniles hicieron por los señuelos que les pusimos en el agua. Fue una mañana excitante en la que además de los peces, las ballenas (había como 10 en una manada), las caguamas (literalmente, decenas de ellas), las mantas, los delfines y los lobos (también tuvimos la grata experiencia de visualizar en todo su magnitud un gran tiburón ballena, más grande que el embarcación Pa’ntonces que mide casi 8m), puntualizaron la gran riqueza cualitativa y cuantitativa de nuestras costas en el Golfo de California. 

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