25.08.18 A las 4h visualicé en las páginas que pronostican las condiciones climáticas, que en las inmediaciones del Farallón el mar iba a estar calmo (también advertí que para los próximos días las variables atmosféricas desmejoraban por lo que a los 69 años, padeciendo el tinitus que cada día se magnifica y un dolor crónico en la espalda producto de un accidente automovilístico añejo, el Señor y yo sabemos que no debo perder ninguna oportunidad de cumplirle a mi “querencia”), por lo que adquirí un poco de gasolina (140L) y para las 6:45h, el tractorista del náutico me puso en el agua en las embarcación Pa’ntonces, con sus 2 motores Suzuki de 140hp y en menos de una hora ya estaba en el cerro, donde de primera intención los barriletes y las bonitas se “peleaban” por los señuelos Williamson. Desafortunadamente, los barriletes era los más y cuando completé 5 bonitas (todas de muy buen tamaño) y 10 barriletes (fueron devueltos al mar al mar sin mayores daños), me “asaltó” un tremendo cansancio por lo que a las 10:30h me direccioné al náutico a donde llegué a las 12h.