14.10.17 No pude aguantar más y desobedeciendo las recomendaciones médicas y el
sentido común, aún con las secuelas de una quebrantada salud (tengo
congestionadas las vías respiratorias; creo que me atraparon los virus de la
influenza para los que no estoy vacunado), hoy me fui a rendir tributo a mis
querencias náuticas donde por cierto, me encontré condiciones de “extrema pobreza”
ya que los Bomber y Storm exclusivamente atraparon cochis (hubiera estado peor
la mini jornada, de 6:45 a 9h, si se presentan los bichis), algunos de los
cuales y por su gran tamaño (hubo uno de 42 cm con el que batallé por más de 10
minutos, incluida una encuevada que se dio y que por momentos me hizo concebir
la actuación de un buen coconaco), hicieron que se produjera el sonido
adrenaloico de los carretitos Okuma que tanto me estimula y fortalece.
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