15.11.16 Los motores Suzuki 140A de la embarcación Pa’ntonces llegaron a las
primeras 100 horas de uso y consecuentemente, había que cambiar aceites y
filtros; para realizar esta operación le pedí ayuda al Ing. Mena y mientras se “escurría”
completamente el aceite de los motores (después de haberlos calentado durante
más de 7 minutos), nos metimos un rato al agua en la Piñitas donde después de
insistentes “pasadas” por el rumbo de la escollera de la API, por fin salió un
pargo sartenero que habrá de desayunarse el Ing. Mena, que fue quién capturó
este animal con un señuelo japonés que trabaja en forma similar a los x-rap.
martes, 15 de noviembre de 2016
lunes, 14 de noviembre de 2016
14.11.16 En este día de la “súper luna” (a muchos viejos no nos va a volver a
tocar), los pargos, los coconacos y los cochis (extrañamente, no hubo otras de
las especies habituales de la bahía como son bichis, sábalos, toros, sierras), se
mostraron muy “colaboradores” y en el corto lapso de tiempo que estuve en el
agua (de 7 a 9:30 h), “interactuaron” con los señuelos Storm y Bomber
atacándolos sin la más mínima contemplación; al final de la jornada la cual
realicé en la embarcación Mi Última (para que sepa que todavía la sigo queriendo),
solo me traje 2 animales (ambos pargos de 43 y 42 cm; uno de ellos estaba muy “panzón”
y cuando lo evisceré, traía unas abultadas porciones de grasa, seguramente
preparándose para el invierno) y todos los demás fueron devueltos al agua sin
daños mayores, gracias al uso de anzuelos simples en los señuelos duros.
viernes, 11 de noviembre de 2016
11.11.16 Sigue siendo Nov. el mejor mes del año; hoy salí en la embarcación Pa’ntonces
a la “parcela” con la dilecta compañía del Dr. Pedro Gallardo y a las 9:10 h y
cerca del sitio donde se me prendió el marlín azul de hace 9 días, un carrete Penn
6/0 embobinado con línea Mustad de 22.7 kg (50#), habilitada con un señuelo
Boon de 15 cm (6”), comenzó a sonar insistentemente (un sonido profundamente
adrenalóico) y pudimos visualizar que la causa era un magnífico marlín azul,
saltando insistentemente para liberarse del anzuelo que se le había incrustado
en la quijada superior. Al no lograrlo de primera intención, decidió luchar
para ver si podía vencer al par de viejos que habían osado capturarlo y fue así
que por más de una hora (nosotros nos turnamos para trabajarlo con la caña), se
alejaba hasta casi tomar todo el monofilamento y nosotros procurábamos no dejar
que se fuera lejos por el presente temor de que se muriera y entonces, de
ninguna manera lo hubiéramos sacado (este día no hubo otras embarcaciones para una potencial ayuda); todo salió bien (a Dios gracias) y aunque batallamos mucho para
subirlo a la lancha (lo enganchamos por el lado contrario a la puerta de acceso
a la bañera), al fin y después de 1.50 h de lucha, lo pudimos asegurar y poner
a buen recaudo, para beneplácito de 2 veteranos amantes de la navegación en el
mar y todos los elementos (bióticos y abióticos), que ello conlleva.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
09.11.16 Continuando con las mini jornadas matinales de este productivo onceavo
mes del año, me encontré con la novedad de que así como las sierras y los
sábalos, lo último es que los toros fueron desplazados de su nicho de confort por los cochis que
hoy pulularon en las aguas de la bahía, siendo los señuelos Storm los mas
solicitados por la “concurrencia”; compartiendo el estrato rocoso de los
cochis, pude atrapar un bonito coconaco que después de consultarlo con el “alto
mando” familiar, constituirá la comida de hoy, situación que verdaderamente me
halaga ya que soy un fanático de los cachetes, labios, globos oculares y
cerebro del “pargo mulato”, como también se le conoce al coconaco.
lunes, 7 de noviembre de 2016
07.11.16 En esta excelente mañana (desde que ingresé a la tercera edad,
sexagenario pues, todas son excelentes), los toros desplazaron a los sábalos
que en su momento, había hecho a un lado a las sierras, especie que últimamente
han brillado por su ausencia en las aguas interiores de la bahía de
Topolobampo; los animales de hoy, todos del orden de un metro de largo,
pelearon palmo a palmo (y obviamente me dejaron muy fatigado), para no
acercarse a la embarcación Piñitas pero los señuelos rápala floating, husky
jerk y x-rap se portaron de maravilla y con la facilidad del anzuelo simple,
todos fueron regresados al agua sin mayores daños.
sábado, 5 de noviembre de 2016
05.11.16 Hoy le tocó “turno” a la embarcación Mi Última y tuve la “buena suerte”,
de que estando todavía en el náutico, se desprendió un polo de la batería (que
malo hubiera sido si este evento me pasa lejos de cualquier ayuda), situación
que de manera provisional solucioné con el empleo de unas pinzas de presión; ya
en el agua y también dentro del canal de navegación, pude constatar que los
sábalos (como siempre, incisivos y peleoneros), tomaron el lugar de las sierras
y consecuentemente (todavía no me repongo totalmente de la fatigante y
prolongada pelea con el marlín azul) , acorté la mini jornada de hoy a solo 2
horas (y “n” sábalos), de navegación.
jueves, 3 de noviembre de 2016
02.11.16 Ayer (esto lo redacto el 03.11.16 principalmente por razones de edad),
el Señor me permitió vivir una de las mejores jornadas en solitario de mis años dorados ya
que, después de revisar el pronóstico me decidí a salir al charco para buscar y
variarle, con algunos dorados ya que ha habido demasiadas sierras en los
últimos días; efectivamente, después de la isobata 40, visualicé una pajarera y
ahí estaba un cardumen de doraditas dentro del cual también encontré un bonito
macho. Seguí navegando y cuando me decidí a regresar, se prendió un marlín azul
en un pequeño Williamson LBD (repito: los elefantes también comen cacahuates),
color verde con negro, montado en monofilamento Mustad para 22 kg (50#),
embobinado en un carrete Penn 6/0; el caso es que con este equipo y después de
2 h de cordelarlo durante las cuales al menos en 3 corridas tomó toda la línea
(en una ocasión que lo pude acerca, se cruzó por debajo de la Pa’entonces y
como pude, metí la reversa, aceleré el único motor que traía encendido y pude
pasar por encima de la cuerda sin que se rompiera), el animal se murió por el
esfuerzo (yo también estuve a punto de renunciar y hasta pensé en cortar la
cuerda) y tal como me sucedió en anterior ocasión con un animal similar, se
quedó en el fondo a más de 400 m (ya casi me quedaba sin monofilamento), por lo que me
decidí a pedir ayuda (el Señor dispuso que este día también fueran a pescar los
Neto’s Valdez, amigos de mucho tiempo y ahora más los aprecio), a la
embarcación RoncaChon que después de subir un bonito pez vela, enfilaron hacia
donde yo estaba con el animal muerto. Como el Penn 6/0 no daba para más y yo
estaba todo tembloroso, dispusieron atinadamente sacarlo con la mano y entre
padre e hijo, después de una agotadora jornada de más de una hora por el
cuidado que pusieron para no reventar la delgada línea, pudieron subirlo a
bordo y diagnosticar que pesaba alrededor de los 150 kg (300#).
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