27.12.25 “Mañanera del mar” (6:30 a 7:30h), frente a las instalaciones del náutico, en lo que pudiera ser mi último viaje al mar del mes y el año; fue una jornada caracterizada por un fuerte viento, una marea ingrata de bajada, pero en la que, sin embargo, las corvinas y los roncachos se alternaron para dar la nota positiva al evento. También fue una ocasión muy especial ya que me encontré con Pedro Gallardo, hijo de mi entrañable amigo que ya se nos adelantó en el viaje que todos debemos realizar, encuentro que afirmó el sentir de que nadie muere del todo, mientras siga siendo recordado por sus amigos y por supuesto, la familia.

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