20.07.25 Contra mi costumbre de no salir los domingos, hoy realicé una “mañanera del mar” (5:30 a 7:30h), por los mismos sitios donde en fecha previa se prendieron pargos y coconacos; por supuesto y por los piques que tuve, estoy encantado de haber decidido hacer una jornada por la bahía y no en los alrededores del Farallón como originalmente lo había contemplado. Temprano en mi recorrido, hubo muchos cochis y bichis (me cansaron bastante), que se “colgaban” de los señuelos y cuando ya pensaba que se me hacía tarde, se me prendió un magnífico pargo (51cm y 4.4kg), que dobló la cañita y generó un fuerte chirrido en el carretito; obviamente y mientras lo cordelaba (lo acerqué hasta en 2 ocasiones sin que pudiera meterle el gancho), pensé en lo afortunado que he sido (con la benevolencia del Señor), de poder disfrutar de estos acontecimientos en la etapa dorada de mi existencia.
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