martes, 30 de julio de 2024

30.07.24 Ante los buenos resultados de ayer, hoy decidí (a pesar del agradable y profundo cansancio), realizar otra “mañanera” (5:30 a 7:30h), para cerrar la bitácora del mes y ahora si, traer corvinas para beneplácito de mis vecinos en el ejido; aunque hoy no estaban en el mismo sitio, las encontré en San Carlos y cuando me topé con el cardumen, se prendían 2 al mismo tiempo; en total fueron 5 piques de corvinas y varios más de cochis y bichis por lo que oficial y necesariamente, voy a descansar en los próximos días hasta que haya la adecuada combinación de marea, intensidad de viento, altura y frecuencia de la cresta de la ola, para la jornada siguiente que puede darse a principios del próximo mes de agosto. 



lunes, 29 de julio de 2024

29.07.24 Una movida “mañanera” (5:30 a 7h), con 32°C en la superficie del agua y mucha basura antropogénica producto de las actividades de los “turistas” de fin de semana; hubo piques de cochis (los mas), roncachos, coconacos y corvinas. Para no variar, hoy también se prendió un buen coconaco que hizo chirriar el carretito y dobló la caña hasta casi poner el monofilamento en línea con el horizonte; afortunadamente y gracias a la benevolencia del Señor, el adrenalóico episodio terminó sin contratiempos y refrendó la pasión-afición-vicio que experimento en esta ya casi septuagésima quinta etapa de mi vida.



viernes, 26 de julio de 2024

 

26.07.24 Excelente mini jornada “mañanera” (5:30 a 7h), en la que además de los infalibles cochis, picaron coconacos (uno muy bueno de 47cm que me hizo actualizar el protocolo de engañarlo quitándole tensión a la línea para que se “despegara” de la piedra a la que se había adherido) y pargos, uno también muy bueno del mismo tamaño pero de menor peso ya que tienden a ser mas esbeltos. La temperatura de la superficie del agua, a temprana hora de la mañana, estaba en 32.5°C por lo que estos animales salieron con señuelos que se hunden a mas de 4m, donde las condiciones ambientales son menos adversas.





lunes, 22 de julio de 2024

22.07.24 Jornada marcada por una mar calma pero con la temperatura de la superficie del agua en el orden de los 30.5°C, lo que genera un marcado déficit en la concentración de Oxígeno Disuelto que hace a los predadores buscar aguas profundas; de cualquier manera y siendo consentido del Señor, me encontré con un cardumen de barriletes chonchos (más de 6kg de peso y 1m de largo), cuyos piques hicieron sonar estridentemente las chicharras de los Penn6/0 y drenaron todas mis septuagenarias fuerzas. Y por si esto no fuera suficiente, los agujones (algunos se prendieron del cuerpo), no dejaban en paz a los señuelos que terminaron prácticamente “masticados” por el filo de los dientes de estos indeseables peces.



sábado, 20 de julio de 2024

20.07.24 Como no pude lavar adecuadamente (no había suficiente presión de agua en el náutico), la lancha, el remolque y los motores en la última salida al Farallón, este día fui a subsanar este inconveniente y una vez que dejé todo en orden, metí a la Piñitas para una corta mañanera “tardía” (9 a 10h), frente a las instalaciones de la Marina donde encontré, además de roncachos y cabrillas, un cardumen de botetes (pez globo o pez sapo), lo que me llamó mucho la atención ya que durante las “verdaderas” jornadas “mañaneras”, casi nunca (tal vez porque se “levantan” tarde), muestran interés por los señuelos.



jueves, 18 de julio de 2024

18.07.24 Con todo y cansancio (además, lesionado pero en franca recuperación), hoy regresé al cerro con Alejandro mi hijo, mis nietos Ricardo y Abelardo, además de que nos acompañaron Alfonso y su hijo Damián quienes nos visitan de Myt; aunque la mar estuvo impropia para niños no habituados a la marejada (se cansaron y tuvieron incipiente mareo), el Señor nos proporcionó una activa jornada en la que disfrutaron del pique de “n” dorados, barriletes y macarelas (todas la especies fueron regresadas indemnes al mar) y del espectáculo de caguamas, mantas, delfines y lobos.



miércoles, 17 de julio de 2024

17.07.24 Estaba programada una salida al cerro pero el pronóstico nos hizo desistir de ello y a cambio, llevé al Abe nieto a la bahía para hacer un corto recorrido (7 a 8:45h), enfrente del náutico; desde que llegamos y con la marea subiendo, se prendieron cochis (la mayoría, “robados”) y también cabrillas areneras. Sin embargo y con la benevolencia del Señor, también atrapamos un buen pargo (43cm y 2.5kg), que el Abe cordeló con la experiencia que a acumulado a sus 10 años, en las jornadas marinas con su padre y su abuelo.



martes, 16 de julio de 2024

16.07.24 Una vez pasado lo más álgido del doloroso trance de mi herida, recibí esta foto que nos tomó Neto Valdez (a la izquierda, hincado; amigo que casi siempre ha estado cerca en mis eventos de este tipo), en la que se puede ver la magnificencia del marlín azul capturado por los 3 Abe’s (estamos de pié) y donde también nos acompaña mi hijo Alejandro (a la derecha, hincado). Ha sido tanta mi resilencia física (estoy muy agradecido con el Señor), que ya estamos planeado nuestro próximo viaje por los alrededores del Farallón, el cual haremos en cuanto las condiciones climáticas lo permitan.



lunes, 15 de julio de 2024

15.07.24 El día de ayer los 3 Abe’s realizamos una jornada tardía pues salimos y contra nuestra costumbre, después de las 9AM; sin embargo, el Señor nos guio al buen lugar de pesca pues aunque tuvimos un solo pique, este resultó ser un impresionante marlín azul de más de 2.40m de largo y alrededor de los 120kg de peso, mismo que capté en su entorno, con la nueva (para mi), Hero 10. De primera intención pensamos en liberarlo pero como peleó por casi 4h, al final quedó exhausto (al igual que mi hijo Abe que lo cordeló durante todo este tiempo) y recordando que ya van 3 peces de esta variedad que se me mueren durante la pelea, decidimos subirlo a la embarcación, con la ayuda de 2 ganchos; durante esta maniobra, el propio peso del animal no nos permitió actuar adecuadamente de tal suerte que su pico me atravesó por el espacio entre el tendón y el hueso, en el tobillo izquierdo. Ojalá que no pase a mayores este pequeño pero doloroso accidente.




jueves, 11 de julio de 2024

11.07.24 Mini jornada “mañanera” (5:30 a 7h), en la que además de llovizna, arco iris, 31°C en la superficie del agua, marea “muerta” en la baja mar, bichis, cochis (los mas), la nota adrenalóica la dio un pez gato de más de 65cm y casi 5kg de peso (mucho más grande y pesado que el que picó el mes pasado), que dobló la caña en forma espectacular e hizo chirriar el carrete en forma estentórea. Si estos eventos fueran poco, el Señor también me regaló la visualización de una caguama que sin temor, salió en repetidas ocasiones frente a la proa de la Piñitas.



lunes, 8 de julio de 2024

08.07.24 Una mini jornada “mañanera” (5:30 a 7h), de “san lunes”, movida (hacía viento, la marea muy viva y la temperatura de la superficie del agua en 31.5°C), con muchos piques de cochis, roncachos, bichis, coconacos (uno muy bueno y con mucha energía pues dio una buena pelea, de 40cm) y hasta un mero (38cm), que drenaron casi todas mis vetustas fuerzas pero que puntualizaron lo satisfactorio que es seguir siendo uno de los consentidos del Señor.



viernes, 5 de julio de 2024

05.07.24 Ante la posibilidad de que la mar se descomponga en los próximos días, hoy fuimos con el Señor a navegar por los alrededores del Farallón; la jornada comenzó de mala manera ya que nos encontramos con el atunero “Tizoc” en las proximidades del cerro, por lo que buscamos a los peces alejándonos de la piedra. Fue así que encontramos entreverados barriletes (se prendieron 12) y dorados (picaron 8; 3 machos y 5 hembras), la mayoría de los cuales fueron devueltos a su entorno en donde también había caguamas, delfines y muchas, muchas mantas, escenario para traer a mi viejóven mente, la frase: "como voy a extrañar esto cuando me muera".




lunes, 1 de julio de 2024

01.07.24 Excelente manera de iniciar el mes y la bitácora respectiva, con una jornada al Farallón en compañía de mi hijo Alejandro y mi nieto Ricardo (que nos visitan desde Mty.), ya que hubo una gran cantidad de piques y para nuestro beneplácito (con el consentimiento del Señor), todos sin excepción de dorados. Fueron 16 animales los que se interesaron por los señuelos que pusimos en el agua y de ellos, nos trajimos 2 de los más grandes; obviamente, Ricardo (el más) y todos estábamos exhaustos pero maravillados de la productividad del mar que nos brindó el espectáculo de caguamas, mantas, delfines y muchos picudos saltando.