domingo, 18 de febrero de 2024

18.02.24  Por razones de índole médica tanto de mi esposa como mías, he estado un poco alejado de mi querencia pero hoy mi hijo Abe y mi nieta Isabella, me dieron la grata sorpresa de que salieron al cerro (acompañados del Señor), en la embarcación Piñahata, encontrándose con un muy buen tiempo (olas y frecuencia de la cresta imperceptibles, tal como estaba previamente pronosticado)  y además, con buena pesca ya que además de dorado macho, tuvieron la oportunidad de sentir el pique de un picudo (valga la redundancia), que finalmente no se quedó en el señuelo.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario