martes, 26 de diciembre de 2023

26.12.23 Después de las fiestas navideñas, fui a Topo y en una brevísima “mañanera” (6:45 a 7:15h) y frente al náutico, tuve un solo pique de una señora corvina (55cm), para beneplácito de mis vecinos en el ejido; grabada la escena y cuando le quitaba el anzuelo, hizo un movimiento brusco y enérgico que direccionó uno de los ganchos simples al dedo índice de mi mano derecha donde quedó clavado, afortunadamente y gracias al Señor, en tejido muscular. En cuanto me repuse de la impresión inicial, pedí el remoque y sin pensarlo mucho, en cuanto me bajé de la embarcación me dirigí a las Zona Naval donde inmediatamente me atendieron de inmejorable manera, con calidez y profesionalidad. Por ello y si antes estaba orgulloso del Instituto Armado de México (Ejército, Marina y Fuerza Aérea), con las atenciones recibidas en este nimio pero doloroso incidente (después de limpiar la herida, me inyectaron Xilocaina para en seguida y con unos alicates, seccionaron el alambre para posteriormente y con unas pinzas, sacaron el anzuelo hacia adelante para no desgarrar mas tejido con el pedernal), mi gratitud, respeto y respaldo se ha incrementado exponencialmente.



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