09.09.17 A las 4:30h visualicé el pronóstico y me pareció que habría buen tiempo
para salir al cerro por lo que preparé lo necesario y a las 6:30h ya estaba con
la Pa’ntonces en el agua; cuando hube recorrido una hora y a 4km del Farallón
puse en el agua 2 señuelos duros y 2 blandos siendo los Willamson Speed Pro de
18 cm los que primero atraparon sendos barriletes. Cuando me hube aproximado al
cerro (eran las 8h), comenzó a sonar la chicharra del 9/0 e inmediatamente me
di cuenta que el señuelo Boone había atrapado una dorada de buen tamaño; cuando
estuvo en la embarcación, comencé las labores de limpieza e inmediatamente, en
el otro señuelo Boone (eran las 8:15h), se prendió un magnífico pez vela (midió
2.75 m), que resultó bastante peleonero ya que lo cordele por más de una hora
por lo que terminé bastante cansado (y triste; no le pude quitar el anzuelo y
además, venía sangrando), ya que batallé como nunca con un animal de este tipo
(bueno, yo tampoco nunca había estado tan viejo), de tal suerte que decidí
regresar al náutico (eran las 9:30h; por lo que también se puede catalogar como
una mini jornada). Para finalizar y ya cuando iba a sacar los señuelos del agua,
se me prendió un peto (wahoo para los anglofílicos), en el mismo Boone del pez
vela, solo que después de haberlo acercado a la Pa’ntonces y cuando le iba a
meter el gancho, terminó por romper el monofilamento del líder y con ello,
perdí el señuelo “matón” de este inolvidable día.
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