lunes, 19 de diciembre de 2016

19.12.16 Hoy hubo mini pargos, cabrillas y muchas, muchas barracudas que se prendían en todo tipo de señuelos y que con su voracidad, hicieron muy entretenida la jornada que finalmente, culminó de manera inesperada pues resulta que se apagó el motorcito Suzuki y nunca lo pude prender otra vez; le revisé la bujía, el filtro de la gasolina, le cambié de tanque de combustible y nada por lo que tuve que remar hasta el náutico a donde finalmente llegué después de 45 minutos de agotador esfuerzo. El “san lunes” que tanto aprecio porque no hay pescadores comerciales (y menos deportivos), el frío, la humedad (otra vez el lente de la GoPro se empañó), hicieron que remara en soledad ya que nunca pasó ninguna otra embarcación aunque afortunadamente, el viento que soplaba del NW y que tuve en contra no se intensificó como estaba pronosticado; es la tercera vez que mi Dios me pone este tipo de pruebas (las otras 2 en Camahuiroa) y para mi seguridad, siempre ha dispuesto que las condiciones adversas no sean demasiado severas. 

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