25.04.25 Los 3 Ab’es realizamos una jornada (5:45 a 12:45h), por los alrededores del Farallón y con la magistral guía del Señor, encontramos a las bonitas que con el ímpetu que las caracteriza, drenaron nuestras fuerzas ya que no daban cuartel con sus embestidas; la mar estuvo tal como estaba pronosticado por lo que la embarcación Pa’ntonces y sus 2 motores DF140A, navegaron a placer en todo el lapso de tiempo que duró este magnífico evento que mostrò a un Abe nieto cada vez más diestro en el manejo de cañas y carretes. Como particularidad para no olvidar este viaje, también nos acompañó un murciélago que no sabemos de dónde salió y que durmió adherido al cable del radio marino, todas las horas que pasamos en el mar.
viernes, 25 de abril de 2025
miércoles, 23 de abril de 2025
23.04.25 “Mañanera del Mar” (5:30 a 7h), de nueva cuenta y después de muchos días, frente a las instalaciones del náutico y en la que el agradable cansancio logrado por este vièjoven (usando su exoesqueleto), lo proporcionaron los peces lagartija (del orden de los 40cm), en estrecha colaboración con los bichis (algunos de más de 1kg), estos últimos con gusanos (tal vez inofensivos para el ser humano, aunque de un aspecto repugnante), que notoriamente les brotaban de la piel.
jueves, 10 de abril de 2025
10.04.25 “Mañanera del Mar” (6:30 a 8h), también frente a las instalaciones del náutico y durante la subida del agua; en esta ocasión y además de los ya infalibles peces lagartija, temprano encontré pargos sarteneros y como siempre, el Señor me sorprendió y permitió capturar, unas mojarras que hacía mucho tiempo no veía en esta parte de la bahía de Topolobampo. Fue una mini jornada en la que extrañamente (lo atribuyo principalmente a la edad), me sentí muy cansado después de realizar las maniobras necesarias (ante la falta del tractorista), para poner yo solo a la embarcación Piñitas en el agua; espero que esta situación sea pasajera y de ninguna manera se convierta en hábito.
martes, 8 de abril de 2025
08.04.25 “Mañanera del Mar”, de (6 a 7h), realizada frente al náutico y con la que después de varios intentos en días previos durante los cuales hubo mucho viento, pude iniciar la bitácora de abril; esta jornada se caracterizó por múltiples piques de peces lagartija hasta que finalmente llegó un coconaco, el cual hizo chillar con estridencia el carretito y dobló la caña hasta casi romperla. Afortunadamente, en este lugar no hay piedra por lo que la captura solo requirió de tiempo (hasta cansarlo) y paciencia (con angustia), sabiendo que con el pez en el agua, todo puede suceder (se zafa, rompe el monofilamento, desdobla los anzuelos e inclusive, me ha pasado que abre el broche del destorcedor).