30.12.24 Una nebulosa pero intensa mañanera de “san lunes”, realizada en 2 tiempos y aunque de 6 a 7h y desde arriba del muelle hubo puros cochis (se prendieron 7 que fueron regresados sin mayores daños), lo mejor estuvo cuando llegó el tractorista y puse la Piñitas en el agua, ya que de 7 a 8h y con la infinita benevolencia del Señor, se prendieron 5 pargos, un coconaco, un cochi y un roncacho (también todos regresados satisfactoriamente a su hábitat), los cuales fueron suficientes para proporcionarme el agradable cansancio que busco siempre, más aún en el penúltimo día del mes y del año.

24.12.24 Ante los buenos resultados de ayer y como la fecha se antojaba cabalística, hoy repetimos la jornada por el Farallón, ahora acompañados de otro de mis nietos que se llama Alfonso y que vive en GDL; sin embargo, el pronóstico del internet falló porque hubo más viento del que estaba programado y la altura de la ola, así como la frecuencia de la cresta resultaron inapropiadas para los señuelos que pusimos en el agua. Aún con estas circunstancias adversas, el Señor ofreció a Alfonso la oportunidad de atestiguar al menos 2 piques, uno de barrilete y otro de una doradita que se clavó el anzuelo en la cabeza por lo que no pudimos regresarla a su hábitat.

23.12.24 Con los Abe’s y el Señor, salimos a dar una vuelta por los alrededores del cerro y para nuestra buena suerte, encontramos los barriletes que en principio, hicieron sonar las chicharras de los carretes para luego irnos hasta 10km al SO del Farallón, donde se prendió y sacamos una dorada; enseguida nos embistieron al mismo tiempo, 2 marlines rayados que después de alegrarnos el momento con sus violentos ataques, siguieron su camino. Luego vimos una manada de delfines que nos deleitaron con sus acrobáticos brincos, así como una caguama y al direccionarnos hacia el náutico, se prendió un magnífico marlín azul (estaba grande y gordo), que se mantuvo con el señuelo por alrededor de unos 15min (hubo tiempo inclusive para ponerla al arnés de pelea al Abe nieto), hasta que en un enérgico cabeceo, desdobló el anzuelo y se auto liberó.

21.12.24 Un amigo de Topo me comunicó ayer que todavía no se generalizaban las natas de algas en la superficie del agua dentro de la bahía; en consecuencia, me preparé para ir en la Piñitas por los alrededores del cerro de San Carlos. La decisión, tomada en acuerdo con el Señor, fue más que acertada pues además de los ya infalibles cochis, se prendió una magnífica y peleonera señora corvina de más de 1.05m y 7kg de peso que me drenó todo lo que me quedaba de energía y consecuentemente, después de la épica pelea me direccioné al náutico donde me encontré con la grata presencia de mi buen amigo Carlos León a quién con mucho gusto, le regalé (todavía vivo), el esplendido pez.

19.12.24 Dos días bastaron para que mi resilente aunque vetusto cuerpo, volviera a la querencia y que al igual que en la última ocasión, parcializara en 2 etapas mi jornada: de las 6 a las 7h pescando arriba del muelle del náutico (gran cantidad de cochis regresados a su hábitat) y de 7 a 8:30h navegando en la Piñitas donde también se prendieron puros cochis. Sin embargo, el Señor me permitió constatar la voluminosa productividad primaria de la bahía a través de una gran cantidad de pájaros comiendo alevines, pero también me hizo saber que al menos en los próximos días (tal vez semanas), las algas que se están desprendiendo del fondo marino, van a impedir el funcionamiento adecuado de todo tipo de señuelos. Esto significa que dentro de la bahía, seguramente, hasta el próximo año podré usar curricanes.

16.12.24 Una mini jornada mañanera de “san lunes”, realizada en 2 etapas: la primera de 6 a 7h desde arriba del muelle durante la cual atrapé (y liberé), más de 6 cochis con la particularidad de que habiendo olvidado la carnada (pan blanco de barra), habilité el anzuelo con tiras de un trapeador viejo que estaba en el hangar. Para el segundo tiempo (de 7 a 8h), utilicé la Piñitas frente al náutico y también, gracias al Señor, encontré varios peces (pargos, cabrillas y roncachos; todos regresados a su hábitat sin mayores daños), de tal suerte que en tan solo 2 horas de “pasión-afición-vicio” logré el agradable cansancio que tanto estimula mi ya longeva existencia.

13.12.24 Una cabalística jornada de viernes 13 por los alrededores del Farallón, con la grata compañía de mi buen amigo Roberto Miller, que se cansó de cordelar barriletes. Luego nos fuimos a dar una vuelta al SO y como a 9km del cerro, se prendió un marlín azul que primero atacó el señuelo y luego lo soltó; agarré la caña para “torearlo” y fue cuando se prendió firmemente; sin embargo, al “varearlo” para mayor seguridad, brincó enérgicamente y rompió el monofilamento. Luego avistamos caguamas, mantas y otros marlines brincando, por lo que quedamos muy agradecidos con el Señor que nos permite disfrutar de estas maravillas en el Golfo de California.

07.12.24 Ante los buenos resultados de ayer, hoy hice una “mañanera” similar con una primera etapa (6 a 7h), de pesca sobre el muelle flotante, durante la cual quise poner a prueba mis otolitos y confirmar mi capacidad para mantener el equilibrio aunque por precaución, me puse el salvavidas; hubo roncachos y muchos cochis hasta que un animal que no supe que era, acabó con diversión ya que me rompió la cañita y el monofilamento. Luego me fui (7 a 8:30h), al sitio donde ayer estaban los pargos y para mi buena suerte y por seguir siendo consentido del Señor, los encontré y no solo eso, sino que también había corvinas, una de ellas de muy buen tamaño (80cm y 3.5kg de peso), que me traje para regalarla.

06.12.24 Otra jornada de 2 tiempos ya que de 6 a 7h estuve pescando de “altura”, desde el muelle flotante del náutico que se movía cadenciosamente con las olas generadas por las embarcaciones que transitaban por el mar, lo cual vi como un reto para ejercitar mis rodillas; ahora si me cuidé de mis amigos mapaches y pude atrapar (y regresar), más de 10 cochis. Cuando llegó el tractorista me fui a San Carlos con tan buena suerte y gracias a la benevolencia del Señor, donde se me prendieron los infalibles cochis aunque luego encontré un cardumen de pargos de los cuales saqué 5, 2 de ellos de más de 40cm, con lo que a las 8:30h di por finalizada esta épica jornada decembrina.

04.12.24 Me programé para que esta “mañanera” fuera el motivo para abrir la bitácora del mes pero me encontré que en Topo hacía mucho viento y además, el ambiente estaba muy frío; por lo tanto, me decidí por fraternizar con la familia de mapaches que tienen su guarida en lanchas viejas y semi abandonadas. El caso es que si no iba poder ir a navegar, al menos quería seguir con mis lecciones de “pesca de altura” pero no contaba que estos "simpáticos" animalitos son muy listos y mientras yo les tomaba fotos a unos, otros se fueron y se aprovecharon del pan que iba a utilizar como carnada. Ni modo, fueron más astutos.