30.09.24 Definitivamente, esta sí fue la última mini jornada “mañanera” del mes (además, “san lunes”, de 7 a 9h; tardía por circunstancias de marea), en la que gracias a la benevolencia del Señor, la disfruté plenamente pues hubo una gran cantidad de piques de una extensa pléyade de especies de la ictiofauna de la bahía, entre los que destacaron por su número los roncachos, cochis, bichis (algo extraño, ya que la temperatura de la superficie del mar estaba en los 31.5°C), coconacos y cabrillas. Como en esta ocasión no perdí ningún señuelo, puedo alegrarme por la forma en la que termina para este viejóven de casí 75 años, uno de los meses más cálido del año.
lunes, 30 de septiembre de 2024
viernes, 27 de septiembre de 2024
27.09.24 Por el calor imperante en nuestra región (la superficie del agua de nueva cuenta en los 31.5°C), y pensando que tal vez sea esta la última mini jornada del mes, hoy fui a Topo (6 a 8h) y puse en el agua a la embarcación Piñitas, direccionándola hacia el sitio donde encontré a los coconacos recientemente; en efecto y con la benevolencia del Señor, los encontré (pude lograr un par de animales de buen tamaño), aunque volví a perder un señuelo en un buen pez que se refugió entre las piedras ya que el monofilamento salió todo luido como resultado de la intensa pelea y el enérgico cordeleo que por supuesto, me dejó agradablemente cansado.
martes, 24 de septiembre de 2024
24.09.24 Ante los buenos resultados de ayer, hoy quise emular lo logrado con una mini jornada por los mismos sitios, pero el Señor dispuso otro escenario ya que el primer buen pez que picó (después de varios cochis y cabrillas), rompió la línea durante el cordeleo por lo que ya solo me quedaron 2 varas utilizables (siempre llevo 3). Luego picó un cochi de regular tamaño y en su lucha, se cruzó con la otra línea y la mordió sin romperla, pero con daños apreciables a simple vista; así las cosas y con una sola caña en buen estado, tuve la excelente suerte de atrapar un buen coconaco que regalé a unos compañeros del mar.
lunes, 23 de septiembre de 2024
23.09.24 Extraordinario “san lunes” ya que en esta mini jornada “mañanera” (6 a 7:30h), los peces estuvieron muy proclives a embestir los señuelos que puse en el agua; los cochis y como es costumbre, fueron mayoría (hubo muchos “robos” de las aletas dorsales y anales), aunque esporádicamente también se prendían roncachos. Esto hubiera bastado para lograr el tan buscado agradable cansancio, pero el Señor dispuso que se me prendiera un magnífico robalo (90cm y 4.5kg), que obviamente terminó por drenar todas mis las vetustas fuerzas.
miércoles, 18 de septiembre de 2024
18.09.24 Hoy y después del moderado impacto de la tormenta tropical Ileana, amaneció el buen tiempo por lo que con el Abe hijo (el Abe nieto tiene clases) y por supuesto el Señor, nos fuimos a dar una extensa vuelta (fueron más de 8h de jornada), por los alrededores del Farallón; no tuvimos piques (solo un tiburón hizo el intento de llegarle a los señuelos), pero el día estuvo precioso y además avistamos a un picudo brincando, dorados, peces voladores, mantas, lobos y un gran número de caguamas (más de 20), que poco o nada hacían cuando nos aproximábamos en la embarcación Pa’ntonces.
miércoles, 11 de septiembre de 2024
11.09.24 Exitosa mini jornada (5:45 a 7:45h), dentro de Topolobampo en la que (a pesar de los 33.5°C en la superficie del agua y de la inusual presencia de una gran variedad y cantidad de peces muertos), hubo piques de corvinas y pargos (extrañamente, los cochis no embistieron los señuelos que hoy puse en el agua), por lo que se consiguió el propósito que este viejóven de la tercera edad y con la venia del Señor, busca en la pasión-afición-vicio que se ha magnificado en esta última etapa de la vida.
domingo, 8 de septiembre de 2024
08.09.24 Después de “mucho” tiempo, los 3 Abe’s (con el Señor), regresamos al Farallón y aunque hacía mucho calor (la superficie del agua alrededor de los 34°C), tuvimos buena jornada (recorrimos 128km, de las 6:30 a las 12:30h), en la que hubo avistamientos varios de caguamas, mantas, delfines; en cuanto a peces, primeramente tuvimos a un pequeño marlín enganchado por unos cuantos segundos, luego un pez vela se abalanzó sobre uno de los señuelos para luego desistir de su empeño y finalmente, se prendió un marlín azul enorme (nunca pudimos detenerlo; casi se acaba la cuerda del carrete Penn 9/0 que comenzó a generar humo de lo caliente que estaba y además, tuve que direccionar la embarcación hacia el pez que no dejaba de realizar brincos), el cual y después de una lucha que nos pareció eterna, finalmente rompió el monofilamento.