31.07.17 Un buen “san lunes” en una mini jornada (6 a 9h), para cerrar la
bitácora de este productivo Julio, ya
que hubo cochis, cabrillas prietas (aunque no he podido identificarlas con
precisión, creo que lo más acertado de esta especie es que son estadías
juveniles del mero Epinephelus itajara, sobre todo por la forma
redondeada de la aleta caudal), parguitos (todo fue regresado al agua sin
mayores daños) y mucha, mucha basura dominical (además de los ya tradicionales
plásticos y botellas, ahora hay muchas cabrillitas, botetes y chochitos
muertos, como que tal vez por su tamaño, los pescadores de fin de semana solo los
matan y no los aprovechan); sin embargo, lo más lúgubre (no encuentro otro
adjetivo mas trágico), es la nata de “tamo” generado en el trasiego del maíz de
los camiones a los barcos, que cubre grandes extensiones de la superficie del
agua en la bahía, impidiendo la penetración de la luz y consecuentemente,
limitando la fotosíntesis. Además, al descomponerse esta sustancia requiere
oxígeno del agua bajando las concentraciones de este elemento por lo que los
predadores huyen y por último, las hojuelas del maíz se “acomodan” en las
agallas de los peces, terminando por matarlos por falta de capacidad para el
intercambio en la oxigenación de su corriente sanguínea.
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