27.07.17 Una mini jornada (6 a 9:15h), que se prolongó más de lo normal debido a
que el Señor me regaló con unas excelentes condiciones climáticas (nublado,
ráfagas de aire poco intensas, llovizna, temperatura ambiente del orden de los
26°C), marinas (flujo entrante a velocidad manejable), de marcada actividad del nécton (hubo toros, cochis, bichis, cabrillas areneras, pargos “obesos” del orden de
los 44 cm y coconacos, de alrededor de los 38 cm) y por si todo esto fuera
poco, presencié un espectáculo de esos que solo la naturaleza sabe “montar”: un
pargo grande (solo se veía la enorme mancha roja), devorando con denuedo y sin
importarle la presencia de la embarcación Piñitas (estuve absorto por más de un
minuto), los camarones de un cardumen que hacían lo imposible para salvarse e
inclusive, saltaban hacia las piedras donde pude recoger algunos de ellos para
regresarlos al agua. Nunca antes me había tocado vivir un evento de este tipo y
por supuesto, me da pauta para reafirmar lo afortunado que somos de tener este
maravilloso cuerpo de agua, con su alto potencial de productividad primaria.
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