24.07.17 Ayer noté una excesiva vibración en la embarcación de aluminio, misma
que genera ruidos notorios, muy molestos por lo que este día programé cambiar la
posición del apoyo de madera que soporta el motor Suzuki; como todos los lunes,
supuse que la bahía iba a tener poco tráfico por lo que antes de realizar el
trabajo, me di una vuelta en el Pinto y en San Carlos. Me equivoqué
rotundamente porque ya había pescadores comerciales haciendo su luchita (pude
constatar que les estaba yendo bien en la pesca de fondo, con carnada viva),
por lo que me vi obligado a transitar por sitios poco “productivos”, razón por
la que solo se me prendieron piezas pequeñas (todo fue regresado al agua sin
daños mayores, gracias a los anzuelos simples que uso en los señuelos Storm y
Bomber), aunque en esta ocasión se unieron a los omnipresentes bichis, cochis y
cabrillas areneras, roncachos que es una especie poco aludida en las notas de esta
bitácora.
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