viernes, 30 de marzo de 2018

30.03.18 Un excepcional viernes santo ya que en esta jornada (7 a 11h, en compañía de mi hijo Alfredo, mi nieto Alfonso y mi nuera Estefanía), hubo un poco de todo, comenzando con el hecho de que encontramos un cardumen de parguitos alazanes del orden de los 32cm (ayer me faltó consignar en esta bitácora que avistamos un lince o gato montés y que también se prendieron pargos alazanes y que al igual que hoy, todos fueron devueltos a su elemento sin mayores daños gracias a los anzuelos simples) y muchos, muchos peces lagartija que entretuvieron a mi nieto Alfonso con su pelea y posterior liberación. Como ya lo tenía previsto, el motor Honda comenzó a fallar (la gasolina tiene agua) y cuando quisimos utilizar el auxiliar Suzuki de 6hp para llegar al náutico, no pudimos bajarlo lo suficiente para que la bomba del agua trabajara correctamente; por si fueran pocos los “percances” de esta jornada, cuando estaba tratando de solucionar lo del motor auxiliar, uno de los anzuelos de los curricanes se me prendió en el pantalón (afortunadamente), a la altura de las posaderas por lo que Alfredo tuvo que utilizar cuchillo para liberarme de tan “estorboso” adminículo que traía prendido en “salva sea la parte” para no mencionar otro término más “embarazoso”. Finalmente y con la venia del Señor, llegamos al náutico impulsados por el motor auxiliar que después de algunos arreglos, trabajó exitosamente.

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