03.03.18 Hoy le tocó a la Piñahata navegar (hacía más de 8 meses que no se movía
y afortunadamente todo el equipamiento de los motores, radio, combo Garmin,
radar y dirección hidráulica funcionaron satisfactoriamente), dentro de la
bahía en una mini jornada (7:30 a 9:30h) y para no irme solo (es difícil maniobrarla
sin acompañante y más cuando la marea está tan viva como la actual), “se invitó”
mi nieto Abelardo de casi 5 años de edad; inicialmente y después de solucionar
un deficiente funcionamiento del marcador del agua de enfriamiento de uno de
los motores, pusimos a trabajar sendos señuelos Storm, mismos que de inmediato
atrajeron la atención de peces lagartija, toros, bichis y corvinas (todos los
animales los acercó el Abe hasta la lancha y yo los subía para quitarles el
anzuelo, minimizando con ello potenciales riesgos), con las que se entrenó el
pescador en ciernes para beneplácito del abuelo que no cabía de gusto al ver la
satisfacción (y más satisfecho estaba el plebe cuando regaló 2 corvinas a
nuestros vecinos en el ejido), que el maniobrar de las cañitas le proporcionaba
al heredero de la pasión-afición-vicio que me tiene atrapado desde hace ya un
buen tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario