02.03.18 Después de los ventosos días previos, hoy fui a mi “querencia” y puse a
la embarcación Mi Última en el agua (había que abrir la bitácora de Marzo), ya
que debido a la luna llena, tenemos mareas muy vivas que son más manejables
desde la Sea Hunt; la característica de esta mini jornada (7:15 a 10h), fue que
la temperatura del agua estaba por debajo de los 16°C (no recuerdo haber registrado
previamente dentro de la bahía, este valor en toda mi vida), lo que por una
parte y en el ámbito positivo, origina una enriquecimiento de la concentración
de oxígeno en el agua, pero tiene el inconveniente que igual que a nosotros los
humanos, aletarga la actividad y se hace más densa la masa de agua. Así, pude
constatar que a pesar de que en el profundímetro se visualizaban gran cantidad
de peces, solo las barracudas, toros y bichis (estas especies y con la venia
del Señor, bastaron para cumplir el propósito de calentar mis músculos y viejos
huesos), estuvieron proclives a embestir los señuelos que les ofrecí en esta
gélida mañana.
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