23.03.17 Tercera mini jornada consecutiva diaria (prometo hacer un receso, al
menos hasta que baje la intensidad del viento que se pronostica soplará en los
próximos días y que probablemente hasta el sábado, estará afectando al “recinto”
donde recibo extraordinaria terapia marina), en la que se “aplicaron” los peces
con los señuelos Bomber de 13 cm, mismos que durante las bajamares matutinas de
los últimos días, se han constituido en mis favoritos y por supuesto, también
del necton de la bahía ya que hoy no fue la excepción y la variedad de animales
en esta jornada, estuvo integrada por pargos, cabrillas areneras, cochis, peces
lagartija, barracudas y toros; estos últimos “gladiadores” se han encargado de
poner a prueba toda mi entereza y habilidad física ya que desde que se prenden
del señuelo y con la cañita casi horizontal, lo primero que hago es tratar de
sacar suavemente el vástago del tubo de PVC que sirve como portacañas, ya que
como me ha pasado en otras ocasiones, los movimientos bruscos en esta etapa
tienden a romper la vara; luego debo direccionar la lanchita para que sin poner
el motor en neutral, se mantenga la presión adecuada en la línea; normalmente,
el animal ya cerca de la embarcación tiende a darle vueltas por lo que tengo
que ponerme de pié y “pasearme” por los bancos de la lanchita para que la línea
no cizalle en la falca y finalmente, agacharme hacia el agua para tomar el
líder de acero y poder subir el pez abordo. Así pues, es todo un procedimiento
que seguiré practicando hasta que el Señor disponga otra cosa.
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