15.03.17 En la mini jornada (6:30 a 9:30 h), de este día y a pesar de estar el
agua en su pleamar inferior (me encontré los chinchorros de los pescadores
comerciales en las inmediaciones de las escolleras por lo que tuve que
abstenerme de transitar por donde tanto me gusta; los posicionan inmediatamente
después de la pleamar superior y los dejan todo el lapso de tiempo que dura la
bajada del agua), hubo una gran variedad de especies del necton que se
interesaron por los señuelos Bomber y entre los que destacaron: barracudas
(otra vez perdí un curricán), los toros (estaban de buen tamaño y hacían sonar
estridentemente las chicharras de los carretitos Shimano, además de poner casi en
posición horizontal a las cañitas Daiwa; todo un adrenalóico espectáculo),
bichis, sábalos y por supuesto, pargos (esta vez regresé al agua los sarteneros
y me traje un colmillón de 39 cm; todas las otras especies también fueron
devueltas al agua sin mayores daños), con lo que se cumplió en forma más que
satisfactoria, la talasoterapia que con la “complicidad” del Señor, me he
auto recetado.
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