02.11.18 Siguen las buenas pescas y esta mañana, aún sin generalizarse la
claridad del día, me encontré a los pargos sarteneros (también hoy los regresé
todos al agua, sin daños aparentes gracias a los anzuelos simples), en el mismo
sitio que estaban ayer; esta mini jornada fue muy breve ya que se suponía iba a
ir el llantero a cambiar las ruedas de un remolque pero a las 8, avisó que siempre
no iba a acudir a la cita porque se sentía “indispuesto” (cosas del día de
muertos) y que el trabajo lo realizaría mañana sábado por lo que otra vez “tendré”
(si el Señor me lo permite), que ir otra vez a mi “querencia”, aunque también
espero que mi hijo Alfredo, su esposa Fanny y mi nieto Alfonso, estén por estos lares
para que me acompañen a realizar el “sacrificio”.
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