16.12.16 Una jornada en el charco con densa neblina (hasta la cámara GoPro condensó humedad en el lente y las fotos salieron un poco borrosas), como para amedrentar al más avezado “lobo de mar” (hubo momentos en los que solo y además del Señor, el SPG, Sistema de Posicionamiento Global ó GPS para los anglofílicos, pudo sacarnos adelante) y que no se disipó nunca mientras estuvimos (con la dilecta compañía del Dr. Gallardo), en el agua (6:30 a 13:30 h); la recompensa a nuestro “atrevimiento” se manifestó en la captura de bonitas, sierras (una de ellas muy grande; jaló y peleó como si fuera peto) y por supuesto, barriletes. Cuando nos “enfadamos” de sacar (más por cansancio), animales, nos fuimos un rato hacia el SW para tratar de lograr un dorado (encontramos temperaturas de hasta 24°C, propicio para la actividad de esta especie); sin embargo, el agua estaba muy “verde” (alta concentración de clorofila), lo que impide la utilización de una de las principales “armas” de estos animales: la visión (la otra es la velocidad).