12.12.16 En una fría jornada (de las 7:30 a las 11:30h y con 20°C en el agua;), en el Farallón y con mi hijo Alfredo (padre de mi nieto
Alfonso; estuvo en el agua más de media hora conviviendo con los lobos
marinos), fuimos gratamente
sorprendidos por la presencia de petos (wahoo para los anglofílicos), sierras, caguamas
y hasta visualizamos un picudo saltar en más de 10 ocasiones; así mismo, los
infaltables barriletes hicieron acto de presencia en esta inolvidable mañana y
como en otras ocasiones, las bonitas (nos trajimos 22 animales), también
colaboraron para que el piloto se llevara una grata (y muy cansada ya que el “quiso”
sacar la mayoría de los peces), satisfacción de estas sus vacaciones previas a
la navidad. El mar también se comportó de buena manera y aunque la ola
secundaria traía crestas muy frecuentes, nunca alcanzaron altura como para
constituirse en inconveniente para la embarcación Pa’ntonces que impresionó
gratamente (no la conocía en plan de pesca, con los 2 motores Suzuky), a mi
hijo que mañana por la noche debe reintegrarse a sus labores cotidianas en la perla
tapatía.
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