10.12.16 Mini jornada familiar (de 9 a 11 h), para que mi nieto Alfonso (actualmente de 2 años y con residencia en Guad.), recordara sus anteriores “pescas” con el “abuelo del mar” (así es que me llama) y para variar, hoy no fue la excepción pues con señuelos Berkley, pequeños de 5 cm (habilitados con anzuelos simples), se prendieron parguitos (2), sierras (2), bichis y hasta un pez lagartija (todos fueron regresados a su hábitat sin daños mayores). Salimos en la embarcación Mi Última la cual y a pesar del prolongado tiempo que no tenía de usarla, se portó de maravilla, con un motor Honda de 90 hp que encendió al primer intento; pero definitivamente, es la actitud hacia el mar, la navegación (y todo lo que ello implica), de esta nueva generación lo que me llena de orgullo pues me queda claro que para cuando no estemos físicamente presentes, ellos van a seguir con la tradición de apego y respeto hacia el mar y las criaturas que en él tienen su nicho de existencia.