28.03.16 Quise ir a constatar el “daño” que sufrió la bahía con la
embestida de los turistas en la Semana Mayor y aunque había mucha basura, los
peces no estaban “agraviados” con la gran cantidad de embarcaciones que
transitaron por la superficie de su hábitat; puse en el agua los ya
tradicionales señuelos Storm y Bomber, mismos que fueron de mucha aceptación
principalmente para bichis, peces lagartijas pero nada comparado al frenesí que
se generó entre los sábalos (algunos de ellos pelearon en forma espectacular, “corriendo”
sobre la superficie del agua, saltando y haciendo piruetas), que se prendían indistintamente
en todo tipo, color y tamaño de curricán. Afortunadamente también hubo sierras
y toros (estas especies me las traje para regalar, aunque ya pasó la cuaresma),
así como cabrillas areneras, cochis y un roncacho; por lo anterior, queda
confirmado que al menos en este lapso de tiempo, Topolobampo reisistió
estoícamente las embestidas antropogénicas que se magnificaron por las vacaciones.
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