lunes, 14 de marzo de 2016

14.03.16 Hoy tuve una compañera de lujo en mi “navegoterapia” matutina pues me acompañó Isabella, mi nieta “guerrera del mar” (este lunes no tuvo clases debido a festejos de aniversario de su escuela) y aunque fue una mañana fría y con viento, estas condiciones no la arredraron para levantarse temprano y acompañar al abuelo en su “mini jornada” frente a las instalaciones del náutico; la marea estaba “fatal” como ha sido característico de estos últimos días pero aún así, los peces se portaron magnánimos con la ciertamente aficionada al mar y en señuelos rapala countdown de 12 cm, se prendieron bichis, peces lagartijas y corvinas. Toda esta fauna hizo las delicias de mi adorada nieta que creo disfrutó cada momento del rato que estuvimos navegando en la lanchita de aluminio; obviamente y en cuanto haya otra oportunidad en sus quehaceres escolares, me acompañará ya que tiene por objetivo y meta, “llevar al abuelo a pescar cuando ya esté más viejo”, lo cual espero cumpla y no se desvíe cuando entre a la pubertad y sus hormonas le dicten dar seguimiento a otro tipo de escenario.

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