miércoles, 3 de junio de 2015

BCS Después de un recorrido de más de 800 km (incluyendo las salidas a pescar en las inmediaciones de San José del Cabo), a Dios gracias estamos de regreso para “relatar” las peripecias de un viaje que comenzó con una tormenta que atrapó a 2 de mis hijos (ya se los había pronosticado pero no me hicieron caso), en medio del Golfo de California, donde hubo vientos fuertes, olas altas y frecuentes, rayos y lluvia. Afortunadamente, la Piñahata y sus 2 motores Honda se portaron de maravilla y después de media hora de incertidumbre, la tormenta pasó y pudieron alcanzar la costa en Los Barriles; antes y en las proximidades de Cerralvo, se atraparon 2 marlines y un dorado, mismos que fueron liberados exitosamente. Luego me trasladé en avión a BCS y después de pasar 5 días pescando (se atraparon otros 2 marlines, gallos, petos y dorados) y disfrutando de todo lo que es capaz de ofrecer Los Cabos, nos regresamos (con Abe hijo), bordeando Cabo Pulmo (lo mismo se hizo en la ida), ya que es área restringida para la pesca, aprovechamos el tiempo y llegamos hasta Ensenada de Muertos (en Los Planes; este lugar se sigue conservando como cuando lo visité en 1985, en el siglo pasado aunque ahora está el restaurant 1535), considerando que así le avanzábamos alrededor de 45 km en la travesía del Mar de Cortés. Así fue y con la brisa y la ola en la “cola” de la Piñahata, nos tomó solo 6 horas cruzar hasta Punta Copas por donde entramos, todavía con muy buena cantidad de gasolina aunque todos “ardidos” por tanta exposición a los rayos solares; y ¡ ……….. seguiré navegando para sentirme vivo!

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