28.09.19 El “pretexto” de la mañanera de hoy fueron los arreglos finales de los
baleros en la llanta del remolque de la Piñitas y el ajuste de la tornillería
de la cremellera y el chicote de la dirección de la Mi Última; para ello, llegué al náutico a las 5 de la mañana y antes de que aclarara el día, pude hacer
los trabajos programados. Luego metí la Piñitas al agua y fui a dar una vuelta
por la escollera de la API, con tan buena suerte que allá me encontré a mi
dilecto amigo Pedro Gallardo (recién me regaló 2 señuelos Storm de los que
tanto me gustan), que con su hijo, estaban casteando tratando de lograr un
pargo; sin embargo, no fue una buena mañana porque había mucha basura, mucho
tráfico de pescadores comerciales que andan tras el camarón y la superficie del
agua con 31°C. Aún así, siempre con la benevolencia del Señor, tuve la suerte
de lograr cochis, bichis, un mero bebé y un pargo juvenil por lo que
personalmente, no puedo quejarme.
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