17.09.19 Para regocijo y
beneplácito de mis vecinos en el ejido, hoy la “mañanera” (6:45 a 8h), fue muy
entretenida (y cansada), ya que los pargos sarteneros (también hubo juveniles;
se regresaron al agua sin mayores daños), estaban frenéticos comiendo camarones
(cuando brincaban tratando de escapar de sus depredadores, golpeaban el casco
de aluminio de la Piñitas), por lo que los señuelos Storm fueron capaces de
engañarlos; todo ello a pesar de la basura natural y antropogénica que se
visualizaba en el agua, de los 32°C de la superficie y de que el
pronóstico de mareas decía que iba a haber muy poca actividad (lo bueno es que
los peces no se enteran de las elucubraciones que hacemos los humanos), lo cual
viene a confirmar que sigo siendo un consentido del Señor.
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