28.04.18 Hacía mucho tiempo que no ponía en el agua a la embarcación Pa’ntonces y como para este día se pronosticaron buenas condiciones meteorológicas en el mar afuera (de hecho, todo se dio tal como lo visualizaban las páginas del internet), fui al cerro (salí del náutico a las 7h), con la intención de pasar en solitario, un rato navegando en mar tranquila, sin mucho calor (la temperatura del agua estaba en los 23°C); después de la boya de recale puse en el agua 3 señuelos Williamson Speed Pro que en muy poco tiempo, fueron “arrebatados” por barriletes y bonitas. Había tantos animales en el trayecto que en más de una ocasión, las 3 cañas (habilitadas con carretes Penn 6/0 que generan un característico y adrenalóico chillido), al unísono se doblaban ante el embate de los túnidos que no daban cuartel a este “vicioso” del mar y de la pesca; cuando hube colectado 10 bonitas (las regalé a mis vecinos en ejido; todos los barriletes fueron devueltos a su hábitat sin mayores daños gracias a los anzuelos simples) y me encontraba en el límite de mis ya menguada (por los años), fuerza física, me direccioné de regreso al náutico, donde llegué a las 11h, con la satisfacción del “deber cumplido” y por supuesto, con la benevolencia del Señor.