26.04.18 A pesar del cansancio de mis vetustos huesos y músculos pero impulsado por la adrenalina que genera el cuerpo cuando se prende un buen pez, esta mañana realicé una consecutiva mini mini jornada (6:30 a 8:15h), por el mismo sitio donde ayer se prendieron los pargos y el “inolvidable” robalo que esta “etiquetado” para la celebración familiar del día de las madres. La “premonición” de que habría más peces “esperándome” hoy no me falló y temprano, los señuelos Storm fueron “atendidos y embestidos” por los pargos (se prendieron 8; me traje 4, todos de más de 40 cm y un “monstruo” de 55cm), que como nunca lo hubiera imaginado, no los subía con la red para darles oportunidad de que se liberaran si no venían bien prendidos de los excelentes anzuelos Gamakatsu con los que tengo “armados” los señuelos utilizados en esta jornada. La nota discordante la dieron las barracudas que de repente y con la subida del agua, se interesaron por los señuelos ofrecidos; sin embargo, solo vinieron a “correr” a los pargos y no conforme con eso, me cortaron el monofilamento Calema en 2 ocasiones por lo que disminuyó mi “arsenal” de estos tan apreciados curricanes que tan solo miden 07cm.