28.12.18 Una excelentísima forma de terminar las jornadas de pesca de este 2018
(los pocos días que quedan del año habrá viento fuerte y olas altas; por lo
tanto, poco prudente para salir al charco), en la grata compañía de mi caro
amigo Pedro Gallardo y mi nieto Abelardo (incipiente pescador), que sin
arredrarnos por las olas, el frío y sorteando ventiscas (a las 7 que salimos
del náutico había vientos de 19km/h), logramos (gracias a la benevolencia del
Señor), tener una muy buena mañana de pesca (estábamos de regreso a las
12:50h), en la que hubo jureles (todos en la superficie por lo que no hubo
necesidad de utilizar yoyos), barriletes y muchas, muchas bonitas (terminamos todos,
viejos y el joven, completamente agotados y satisfechos) que se prendían al
unísono en todos los señuelos que estaban en el agua.
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