02.12.18 Aunque hoy hizo más frío (13°C inmediatamente antes del amanecer), mi “pistolero”
(así le puso el velador del náutico), no quiso quedarse en su “mullida” cama y
en cuanto sintió que me levantaba, se aprontó para acompañarme; con el poquito
lapso de tiempo que quedaba de la subida de la marea (hasta las 7h), se
prendieron cabrillas areneras y sierras (tuvimos que navegar casi por los puros
canales ya que había muchos pescadores deportivos casteando y ellos utilizan
mucho las proximidades a las piedras), lo que proporcionó mucha satisfacción a
mi compañero ya que además de quitarse el frío, pudo satisfacer el pedido de un
amigo de él que específicamente, quería sierras. Una bendición de convivencia
que el Señor me ha permitido disfrutar.
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