04.12.17 Desde ayer domingo se concatenaron una serie de eventos
que me “obligaron” a ir al cerro en este precioso lunes; la “dueña” de mi casa
iba a poner el árbol de navidad y como yo no comulgo con el aspecto
mercantilista en que ha derivado el nacimiento del Señor, opté por alejarme del
sitio; Jesús, el tractorista del náutico dejó su motocicleta en Topo y me pidió
que le diera un aventón para rescatarla; el pronóstico era muy halagüeño para
este lunes y como siempre, deduje que los pescadores comerciales no iban a
salir en “san lunes”; el pronóstico para los próximos días está muy “ingrato”
por lo que no se avizoran salidas a navegar en el corto plazo y finalmente, quería probar mi
capacidad de recuperación después de un sábado que en compañía del Dr.
Gallardo, sacamos 51 bonitas. Así, salí del náutico a las 6 h y para las 7:30
h, ya había capturado más de 20 bonitas (estos animales siguen estando
presentes en el trayecto al cerro, principalmente con la marea de subida; en
total saqué 24 túnidos antes de que se presentara la bajamar), siendo la nota discordante
el hecho de que perdí 3 de mis señuelos duros más queridos. De regreso, puse
señuelos blandos, con tan buena suerte que se prendió un buen dorado macho que
peleó como solo ellos saben hacerlo (pesó 11 kg), con lo que di por finalizada
la jornada, direccionándome al náutico a donde arribé a las 12:30h.
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