01.01.17 Para cumplir con el ritual de año nuevo y a pesar de las “infames” condiciones climáticas (el agua estaba a 17°C; la intensidad del viento del orden de los 15 km/h), fui un rato (6:45 a 9:30 h; en este lapso de tiempo no me tocó ver ninguna otra embarcación, sea deportiva, comercial u oficial), a la bahía para pedirle a mi “querencia” (la mar), que durante el año que comienza, se porte razonablemente bien con este individuo de la tercera edad que la adora, la respeta y sufre con cada agresión antropogénica que recibe y que en la mayoría de los casos y como es regla general, se queda impune. En esta mini jornada inicial del 2017 hubo gran variedad de especies entre las que destacaron “n” barracudas que se interesaron en los señuelos Storm, los toros que otra vez pusieron a prueba carretitos y cañitas, los peces lagartijas, las cabrillas areneras (todas estas especies fueron devueltas al mar sin daños mayores) y sierras; me traje 10 de estos últimos peces que durante estos días van a deleitar a varias familias en el ejido donde actualmente radico.