23.02.16 Ningún pargo ni bichis, la mañana de hoy fue enteramente de barracudas y peces lagartija; además, tal como estaba “pronosticado”, hubo grandes cantidades de pescadores comerciales que inclusive, después de tender el chinchorro y mientras pasaba el tiempo que lo dejan en el agua, se dedicaron a tratar de aumentar las capturas con el uso de atarrayas. Con tanta gente en el agua (yo incluido), creo que los peces se asustaron y pusieron “mar y fondo” de por medio. La particularidad de esta mañana (además de que había tanta lisa brincando que hasta una pequeña cayó adentro de la lanchita de aluminio; las cuerdas con las que troleaba pareciera que se las tendí para que se divirtieran saltándolas), fue la captura (obviamente, después de la sesión fotográfica fue liberado), de un pez lagartija muy largo (midió 87 cm, según la regleta que tengo marcada en uno de los bancos de la embarcación) y muy enérgico en sus movimientos, de tal suerte que lo tuve que sostener con ambas manos porque nunca se estuvo quieto.