16.02.16 Este día hice la mini jornada más corta (de 7 a 8:30 h), de todas
cuantas recuerdo pues cuando sacaba un bonito ejemplar de pargo (pesó 2.35 kg),
pasaban unos pescadores comerciales y raudos, tendieron en círculo un
chinchorro que obviamente, ahuyentó todas las posibles presas de los
alrededores; cuando terminó la “masacre” (sacaron muchos, muchos animales la
mayoría de ellos chicos entre los que destacaban las lisas, roncachos, bichis,
palometas y barracudas; afortunadamente no vi que atrapado ningún pargo), quise
seguir con mi trayecto pero “solo” los peces lagartija se interesaron por los
señuelos Storm. Ante esta desagradable situación, tomé la decisión de
regresarme al náutico y dejar para otros días (quiera el Señor permitírmelo),
la conclusión de esta interrumpida sesión de mi casi diaria “navegoterapia” que
me “aliviana” la pasión-afición-vicio que siento por estar en contacto con el
mar y su necton.
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