21.04.15 Ante el
inminente alejamiento de mi “querencia” por algunos días, decidí “despedirme”
de la “parcela” y hoy, con muy buenas condiciones climáticas y marinas, salí a
disfrutar del “adrenalóico” sonido de los 9/0 (hubo barriletes; todos se
prendieron en los señuelos duros Williamson Speed Pro) y por suerte, me tocó
admirar el maravilloso navegar de las ballenas, el salto acrobático de las
mantas y delfines, el rápido desplazamiento de las doraditas tratando de
capturar los señuelos blandos, el espectacular y repetitivo salto de los
picudos (estaban muy, muy lejos; no pude identificar si eran marlines o pez
velas), el prolongado vuelo de los peces voladores y en fin, el Señor me regaló
(espero que no sea la última vez), con todo aquello que tanto me gusta (y me
apasiona y envicia) y que ha sido parte primordial e inherente de mi existencia
(gracias a Dios, a mi familia, a mis amigos), de unos años para acá (desde el
2010, para ser precisos), ya que anteriormente salía al mar solo los fines de
semana o en vacaciones y actualmente, salgo siempre que me lo permiten las
variables meteorológicas y marinas.
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