27.03.23 Una excepcional jornada realizada en 2 tiempos: primero me fui con mi hijo Alf para llegarle a los sitios donde acostumbro ir en la Piñitas con tan buena suerte (gracias al Señor), que además de peces lagartija y cochis, se nos prendió un bonito robalo (lo regalamos al personal del náutico), el cual peleó durante un buen rato. Seguidamente llegó mi nieto Alfonso y su mamá para dar una vuelta en al embarcación Pa’ntonces durante la cual aprendió los principios del manejo de la lancha y disfrutó del cordeleo de peces lagartija. En resumen, una bendición en esta última etapa de mi vida.
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