22.03.23 Hoy hice una mañanera “tardía” (8:30 a 9:30h), esperando a que la marea estuviera alta y sin energía; la estratagema dio resultado e inmediatamente que puse los señuelos en el agua, fueron embestidos por corvinas, roncachos y hasta un soberbio y peleonero coconaco, pieza inolvidable ya que mientras estaba enfrascado en el cordeleo, recibí una llamada de mi esposa que está en España y pues “tuve” que limitar el tiempo al aire porque no quería perder al pez. Igualmente inolvidable, en la jornada previa al Farallón, olvidé poner uno de los tapones a la lancha y casi nos llenamos de agua aunque por supuesto, el Señor nos proporcionó los medios para salir del apuro sin problemas serios.
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