05.10.19 Continuando con los festejos del septuagésimo aniversario (gracias al
Señor que me ha permitido llegar hasta esta edad), hoy me acompañó al Fara mi
hijo Alfredo y mi nieto Abelardo; el mar estaba en excelentes condiciones y
dimos una gran vuelta en la embarcación Pa’ntonces (visualizamos ballenas,
caguamas, pece voladores, cochitos; un pez vela estuvo “testereando” uno de los
señuelos), hasta regresar a la piedra donde encontramos los túnidos en el mismo
sitio del día de ayer. En una de las pasadas cerca de la piedra, se nos prendió
un pargo de buen tamaño pero en la pelea, se liberó; además y como siempre que
viene Alfredo, él y el Abe estuvieron “socializando” con los lobos marinos y
tomando fotos con la GoPro.
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