20.06.19 Otro de esos días que el Señor me ha permitido disfrutar estos años
dorados, ahora en compañía del Abe que se portó de maravilla ya que además de
manejar la embarcación Pa’ntonces con toda propiedad, (la verdad es que el
pronóstico del internet fue muy acertado y el mar estaba calmo aunque a
29°C), estuvo muy atento a las cañas y
se la “rifó” sacando bonitas de muy buen tamaño, además de barriletes (hubo uno
que lo hizo emplear todas sus energías y que después de ponerlo arriba de la
lancha, lo llamó “el rey de los barriletes” de tan grande que estaba) y un buen
dorado que nunca pudimos acercar a la embarcación. Obviamente, también
visualizamos caguamas y delfines que deleitaron ampliamente al incipiente pescador
que recién cumplió 6 años y que acaba de terminar su instrucción preescolar (kínder).
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