24.06.17 No empezó precisamente bien esta mini mini jornada (6 a 8:15h), ya que
cuando abrí el hangar para enganchar la Piñitas, olvidé asegurar una de las
puertas y antes de que pudiera hacer algo, una ráfaga de viento impulsó
violentamente la hoja metálica contra el costado de la camioneta y le hizo una
marca profunda (hasta eso, muy parejita); luego que puse en el agua la
embarcación, me percaté de que no había colocado el tapón en su lugar y para
cuando reaccioné, ya el agua salada había mojado el radio marino portátil y
algunas cosas que traigo en la caja de pesca (afortunadamente, eran solo copias
de la factura del motor y del permiso de pesca vigente); a manera de
compensación por los efectos negativos de la edad, el Señor me compensó
ampliamente y la pesca (principalmente de 6 a 7h; después llegaron muchos
pescadores comerciales y deportivos, algunos de ellos muy “pesados”), estuvo
muy productiva ya que además de los cochis, bichis y cabrillas areneras, se
prendieron coconacos (me traje uno de 38 cm) y pargos (me traje 2; uno de 43 cm
que se vino robado del pecho en uno de los anzuelos Gamakatsu y otro de 55 cm),
que hicieron de esta jornada una de las más interesantes de este ya pródigo
Junio.
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