06.06.17 Hoy el pretexto para ir al náutico fue verificar si habían terminado de
poner el techo del hangar (aparentemente está terminada la obra gruesa pero aún
faltan detalles) y estando allá, pues metí la Piñitas al agua; los toros de
diversos tamaños y con la subida del agua, estaban muy agresivos y casi no permitían
que otra especie “atentara” contra los señuelos Storm; sin embargo, mis “consentidos”
se las arreglaron para burlar el toril y “coquetearon” con pargos (todos fueron
regresados al agua por exceso de “inventario” en la congeladora) y con un
excelente robalo (como todos los de su especie, de primera intención muy “peleonero”
pero después del escarceo inicial, se rinde y prácticamente se entrega),
que hará las delicias de los asistentes a la próxima comida familiar. Extrañamente
y de acuerdo al precepto de que en el mar hay que esperar lo inesperado, en
esta mini jornada no hubo cochis, bichis o cabrillas areneras, lo que me hace
especular si se deba a que la mañana estuvo nebulosa, aunque solo Dios sabe el
verdadero motivo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario