martes, 25 de octubre de 2016

25.10.16 Hoy me encontré un cardumen de toros (se prendieron 3, mismos que fueron regresados al agua sin mayores daños), de grandes proporciones (cada uno pesaba más de 10 kg), peleoneros (con cada uno, me tardé más de 10 minutos en ponerlos sobre la embarcación Mi Última) y muy agresivos (perdí 2 señuelos pues en sendas ocasiones, me rompieron el cable de 7 hilos con resistencia estática de 18 kg); en esta mini jornada (de 7 a 9 h), se corroboró el adagio de que hasta los “elefantes comen cacahuates” ya que estos soberbios animales se prendieron (obviamente con la complacencia del Señor), en los señuelos Storm de 7 cm que aguantaron estoicamente los embates de los monstruos del mar que encontré en la subida del agua.


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