03.10.16 Hoy me fui un rato (de 7 a 9 h), a la bahía en la embarcación Mi Última
(no quiero que por falta de uso, un día de estos me “desconozca”), con tan
buena suerte que al iniciar la jornada se prendió un buen pargo (de 32 cm que
es el tamaño del diámetro del sartén casero de la “doña” por lo que tengo “prohibido”
liberar los que cumplan con esta especificación), además de otros de menor
tamaño que junto con cochis, bichis y “n” sábalos (han crecido mucho desde la
última vez que me topé con ellos), fueron regresados a su hábitat. Hoy tuve
también la fortuna de visualizar una caguama dentro de la bahía, lo cual me dio
mucho gusto pues este evento pone de manifiesto que los pescadores comerciales
han estado muy ocupados en la captura del camarón y han dejado en paz a otras
especies marinas.
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